Este dormitorio se decoró totalmente en blanco y crudo, desde la ropa de cama hasta la silla y la moqueta, pasando por el cabecero.
Con un retal de la tela de rayas rojas que había sobrado (algodón 160 cm), cosimos en el cubrecanapé un remate de unos 5 cm de ancho, creando un contrapunto de color. Los pliegues de las esquinas se hicieron con la misma tela. El coordinado se completa con el plaid que hay sobre la cama.