El otoño llegó y que mejor manera de festejarlo que creando una hermosa corona.
Mira tan solo con un manojo de hojas lo que podrás diseñar con tus propias manos!!!.
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Luz genérica
El primer paso de la planificación es proyectar una luz homogénea y óptima en toda la dependencia. Los focos halógenos empotrados en el techo acostumbran a ser un buen recurso y deben repartirse de forma racional por la estancia, especialmente en las cocinas de dimensiones medias o grandes. Según la estructura de la habitación los instalaremos en batería o formando un cuadrado o un rectángulo, lo importante es respetar cierta distancia entre los diferentes focos para evitar una sobre iluminación.
En estancias pequeñas podemos optar por una lámpara central o un plafón fluorescente. En este último caso, debemos ser cuidadosos pues a veces genera una luz demasiado blanca que distorsiona los colores naturales. Existen versiones que emiten un tipo de iluminación denominada blanca cálida de lujo, que evitan estos inconvenientes.
Esta alternativa al cabecero clásico es funcional y ocupa poco espacio. Si diseñas una repisa hueca, de unos 40 cm, tendrás espacio para la ropa de cama.